jueves, 20 de octubre de 2016

Mi chico

Ayer me enviaste un regalo del cielo
Sabías que lo necesitaba y como siempre conseguiste calmarme, darme paz y tranquilidad. 
Me has dado todo. 
Gracias.

Tenías el pelo muy negro, ya con bastantes canas abuelito ;) y muy rizado y tupido. Usabas gomina para ponerte guapo, y lo conseguías, eras espectacular. Por dentro y por fuera. Como un "actor de cine". Como te tomaba el pelo pero que verdad era.

Eras pura bondad, puro sentimiento, pura entrega. Que orgullosa iba de tu mano. Yo te decía orejillas de duende porque eran como serradas por dentro, como si te las hubiera mordido uno. Tu piel era tan suave, mucho más que la mía y sin un gramo de grasa y con músculos en los brazos que ni sabia que existían, fruto de los años con la vela en el mar y ahora también en la montaña. Nunca había conocido a un montañero surfero. Siempre decía que tenías que elegir una cosa u otra! jajaja. Perdón por tanto mordisco :)

Hacías un ruidito como el que se hace cuando quieres calmar a un bebé en cada abrazo, y fueron millones. A veces lo hago ahora yo también. Me lo has pegado. Supongo que venía de acunar a tus hijos cuando eran chiquititos. Flipaba cuando te veía con ellos. Son dos mini modelos, como tú. Tan buenos como tú. ¡¡Cómo te admiraban!! Aquella mañana en Vargas vi la emoción pura. " ¡¡Es nuestro papa!! gritaban emocionados al verte saltar con tu tabla. Y yo pensaba " es mi novio" llena de orgullo. "Paporrooooo te quiero!!-decían" Para comeros.

No podías estirar el cuarto dedo, ya no recuerdo si era de la mano derecha o izquierda, por no ir antes al médico! Anda que no te reñía por eso. No te preocupabas nada de ti :( cabezón. ¿¿Seguro que no eras maño??
Tu hueso roto del hombro encajaba como a medida en mi mano arrugada. Eso me decías, "estas hecha a mi medida", y tú lo estabas a la mía.  

Ya escribo sin sentido, sin pensar, como tú hacías en los wassaps de buenos días, que preparabas cuando yo ya dormía.

Devorabas fruta como un loco, me llamabas casi siempre bichito, aunque también mi niña, linda, princesa, sol hasta joya y sueñito que me parecía horrible entonces, cursi, cursi, jajaja y ahora me encanta. A veces, cuando no podíamos dejar de hablarnos me decías "vete desgracia!" o "enfermedad" Te acuerdas? Creo que batimos el récord de hablar por wassap. Creo que batimos el récord de hablar en general. 


Eras tan guapo y masculino que chocaba como podías ser tan tan tan dulce.
Tenias los ojos de un color indefinido, entre gris y verde oscuro mezclado con castaño, preciosos. Te cambiaban según la luz. No podíamos dejar de hablar. Ni de mirarnos. Ni de tocarnos. Sabíamos que cada minuto juntos era un regalo, que estábamos viviendo algo único. Nos dimos cuenta los dos. Que maravilloso. Ni aunque hubiéramos sabido que nos quedaba tan poco, hubiéramos aprovechado más. No hubiera sido posible.

Escribías como nadie. Describías como nadie. Viví cosas contigo que ni siquiera experimenté sólo a través de esas descripciones. Hice windsurf sobre las olas color plata con peces voladores alrededor de "nuestra" tabla. Escalé vías increíbles sin levantar un pie del suelo entre pinares y barrancos de película. Me lo hiciste vivir. Como te gustaba esa frase. 

Jajaja decías que no hablabas, y conmigo ¡no callabas! queríamos compartirlo todo. Querías como nadie he conocido. Me apreciabas como nadie. Me decías cosas tan preciosas. Veías tanta belleza. Con tu cámara y con el corazón. Que pasada. Ahora todo cobra aún más sentido. 

Intentaré hacerte caso en lo importante. ¡Hazme caso! me decías. ¿Por que no me harás caso?...jajaja Si te lo hacía. Te lo haré. Volaré. No me limitaré. Uf, recuerdo cada palabra. Cada gesto. Cada segundo contigo. Inolvidable. Sólo se me ocurre darte gracias, y decirte la suerte que tuve de conocerte, de conocernos, como tu me dijiste en aquel sueño.

Jamás olvidaré tus "vaaaaaale", tus "sabes?", toleta, burletera, tu santa paciencia, el "pelete" que siempre tenías, como la primera vez en tu casa...Que frío pasé, jajaja. Teníamos 4 mantas de las antiguas, tú necesitabas peso, pero yo seguía congelada y cogiste mis pies entre los tuyos, siempre estabas calentito, aunque tuvieras frío, y es que te faltaba comer carne! Bicho devorador de fruta. 👅. "Esa lengua!" Siempre me decías...."te la voy a comer". 


Eras tan sensible, para todo, tan romántico, tan increíble, y no te dabas cuenta. Creías que eras un bruto, y aunque a veces me apretabas muchísimo en los abrazos, nunca he conocido a nadie tan delicado. 


No se decirte cual fue el mejor momento pero, por alguna razón, siempre recordare aquel baile en tu salón cuando nos quedamos solos y tu susurraste que nunca había estado tan lleno. 

Sabes? Empiezo a sonreír al recordarlo. Empiezo a entender que debo aprovechar el empuje que tu amor me dio. Quiero verme con tus ojos. Verme capaz de todo, como tú me creías. 

Cuanto te echo de menos amor mío. Como tu decías "faltas por aquí"

Ojalá supiera que estas ahí. Ojalá lo creyera con más fe. 


Cuanto nos amamos eh Ventu, cuantísimo. 

Gracias mi chico. "Mi chicoooo" dirías. "Burletero" partida de risa imitando tu acento, te diría yo ;)

Ya se que no querrías que llorara, pero hay tantos sentimientos, tanto amor aún aquí dentro. Cuando me cogías fuerte de la mano, cuando pasabas tu brazo por mi hombro, cuando cogías mis piernas en los desayunos, y me tirabas de los dedos de los pies hasta que crujían, o me mirabas "bobito". Me sentía tan plena. Tan feliz. 

Amor mío. ¿Estas ahí? ¿Me esperaras? Prepara una casa con buena fontanería ;) jardín enorme a pies de mar, montaña y cerquita de la ciudad. Rural chic pero con wifi, que eras un "guanchesito" tecnológico. Mi "guanchesito"

Tu risa, ese era mi sonido. Cuanto me reñías por no tener un equipo de música en condiciones. Y yo no volvería a escuchar nada por volverte a oír solo a ti. A ti, riendo, feliz. Como la noche de los carnavales en el sur. ¡Que paliza de andar! Tuvimos que estirar al volver al coche jajaja. O cuando ir al Matarraña nos costo 4 horas, en lugar de una y media, y no paramos de reír. O ese momento en que me hiciste cerrar los ojos en el muro del paseo en Maspalomas. "Escucha el mar, siente la brisa, no pienses, déjate llevar. Eres fuerza y luz. Le das brillo a mi vida" dijiste. Y tú, le has dado sentido a la mía.

Te amo Ventura. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. 

Ayúdame a que se cumplan tus pronósticos. Mándame esa fuerza que veías en mi. Espérame. No me olvides. Pronto te veré haciendo un "taka" en el mar del cielo, porque seguro que ya lo has conseguido. Pronto haremos todo eso que planeamos y no nos dio tiempo. Espérame en el cielo.

Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.

Hasta dentro de un rato mi amor. 
Mi chico



Me enseñaste el sentido de todo , post data TE QUIERO 

Para mi chico del mar y del cielo.

1 comentario:

  1. Nunca entendí del todo a esas personas que escribían mensajes para otras del cielo.
    Nunca hasta ahora.
    No sé si no a quien decirle esto...
    Te sigo echando de menos, cada día, cada noche, cada mañana, cada minuto, cada vez que me pasa algo bonito o feo, en cada duda, en cada enfado, en cada alegría.
    Te sigo necesitando tanto. Te sigo amando tanto. Te quiero.
    Mi vida, mi amor, mi chico.
    Cuanto faltas por aquí.
    Como siempre sigo aprendiendo de todo esto y hoy me he dado cuenta de lo increíblemente fuerte que es el amor, puede hasta con la muerte.
    Siempre te amare.
    Envíame fuerza y luz.
    Y ya sabes, Espérame en el cielo.

    ResponderEliminar

ya sabes...