miércoles, 1 de febrero de 2017

Tristeza...

  Y a veces, hagas lo que hagas, se presenta igual...No avisa, simplemente está y, en mi caso, se acomoda entre la garganta y el estómago, llegando a doler también físicamente y a, sin más, hacerte hasta llorar.
   
   Esos días, son normales también. Hay que entenderlos y verlos así. Te ayudan a apreciar los otros mejores y, últimamente, sabiendo esto, simplemente procuro no oponer demasiada resistencia y, como la montaña con las nubes, o Zaragoza hoy con su niebla, mantener la calma, y dejarlos pasar.

   Oí que la tristeza es una emoción tan necesaria como todas las demás. Te ayuda a evolucionar, a adaptarte a cambios y pérdidas, y a reorientar. 

   Estar siempre feliz, restaría belleza a la felicidad. 

   No está mal, por un rato, permitirse un poco de melancolía, alguna lagrimita, un capricho extra... sabiendo que mañana, se pasará.

   Feliz febrero.




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